¡Mi primer bundt cake!

Desde que a principios de diciembre me hice con uno de los moldes clásicos para bundt cakes de Nordic Ware no encontraba el momento de estrenarlo. Sin embargo, me resultaba excesivo añadir más dulce a los propios de las fiestas navideñas. De modo que lo retrasé y lo retrasé. Y llegado este momento ya no podía esperar más.

Molde clásico para bundt cake

Entonces se me planteaba la duda de la variedad. ¿Natural por ser mi primera vez? ¿Una de esas exquisiteces que circulan por internet? ¿Relleno? ¿Glaseado? ¿Decorado? Las preguntas eran infinitas y la indecisión me asediaba. Así que pensé que sería una buena oportunidad aunar dos de mis intenciones culinarias: el bundt y las castañas.

Bundt cake

¿Podéis creer que desde octubre estoy pendiente de comprar castañas y realizar alguna receta con ellas? En realidad, lo que quería comprar era harina de castañas; la he probado en varias preparaciones y me encanta. Sin embargo, así como en otras ocasiones os he hablado de las bondades de vivir en una ciudad pequeña, esta vez me he encontrado con los inconvenientes: ¡imposible encontrarla en ningún sitio! Encargué en un par de comercios que se comprometieron a telefonearme, pero en cuanto salí por la puerta, «si te he visto no me acuerdo». Lo que, por otro lado, dice muy poco de la seriedad de estos profesionales. En definitiva, que para el otoño próximo adquiriré la harina directamente en el distribuidor.

¿Quién es? ¡Bundt cake!

Pero no me resistía a no utilizar las castañas este año y, al límite de la temporada, me hice con una barquita y decidí que las utilizaría en mi bundt. Hale. Eso sí: he de reconocer que llevar a cabo mi pequeño capricho tan tardíamente implicaba que las castañas estaban ya un pelín justitas en cuanto a la calidad. En fin. Os aseguro que, aún así, el bundt estaba de requetechupete. Eso sí, para realizarlo fuera de temporada de la castaña, compradlas congeladas o en conserva para aseguraros el mejor de los resultados.

Bundt cake con puré de castañas y glaseado de naranja

En cuanto a los bundt cakes, el apelativo «bundt» se refiere, más que a una receta específica, a la forma de hornear la masa en un molde característico. Estos moldes, con una chimenea en el centro, se popularizaron en Estados Unidos desde la década de 1960. En El rincón de Bea podéis leer un interesante resumen sobre la historia de estos preciosos y maravillosos moldes. Es curioso que, como tantas otras tradiciones estadounidenses, la del bundt cake deriva de un dulce europeo, el gugelhupf, característico de algunas zonas de las actuales Alemania, Austria, Suiza, la Alsacia francesa y los Países del Este.

Glaseado de naranja sobre el bundt cake con puré de castañas

Al parecer, el típico gugelhupf es un pastel de la familia de los bizcochos realizado con masa de levadura y conteniendo pasas, almendras u otros frutos secos y, muy frecuentemente, licor de cerezas. Son horneados en unos moldes muy característicos, bastante altos y con una chimenea central que favorece la circulación del aire. Estos moldes eran de cerámica esmaltada, si bien en la actualidad se realizan en aluminio de alta calidad. La empresa norteamericana Nordic Ware ha registrado la marca «Bundt», por lo que muchos fabricantes de moldes deben comercializarlos con otros nombres y también los realizan en otros materiales.

Bundt cake con puré de castañas y glaseado de naranja

No hay una única receta de gugelhupf y, en consecuencia, tampoco la hay de bundt cake. Por lo tanto, existen una infinidad de recetas y variedades de bundts, lo que nos abre las puertas de un mundo fascinante. Quizás con el tiempo nos veamos participando en la celebración del «Día del Bundt Cake», que se festeja en Estados Unidos todos los años el 15 de noviembre. Yo, indudablemente, ya me he convertido en fan incondicional.

Bundt cake con puré de castañas y glaseado de naranja

BUNDT CAKE CON PURÉ DE CASTAÑAS

Receta basada en la del bundt cake de vainilla de Sweetapolita

Ingredientes:

1 cc = 1 cucharita de café     1 cs = 1 cucharada sopera

Para el puré de castañas:

  • 350 gr de castañas
  • 1 l de agua
  • Una pizca de sal
  • 50 gr de azúcar moreno
  • 150 ml de leche entera

Para el bundt cake:

  • 375 gr de harina todo uso
  • 1 cs de levadura
  • 1/2 cc bicarbonato
  • 1/2 cc de sal
  • 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 350 gr de azúcar
  • 2 cc de extracto de vainilla
  • 4 huevos a temperatura ambiente
  • 220 ml de leche a temperatura ambiente
  • 20 ml de vinagre blanco
  • 300 gr de puré de castañas a temperatura ambiente
  • 8 castañas cocidas enteras (opcional)

Para el glaseado:

  • 100 gr de azúcar glas
  • 4 cs de zumo de naranja

Elaboración:

Comienza preparando el puré de castañas. Puesto que lleva un rato, es recomendable realizarlo la víspera. Lo más pesado es pelar las castañas, pero si sigues estos sencillos pasos te resultará mucho más fácil.

  1. Lava perfectamente las castañas, sécalas ligeramente con un paño y realiza un corte en la cáscara, de aproximadamente 1,5 cm, desde la parte más ancha hacia el pico.
  2. Coloca las castañas en una cacerola profunda y cúbrelas con agua. Cuécelas a fuego medio durante 15-20 minutos desde que el agua rompa a hervir.
  3. Retira la cacerola del fuego y deja templar las castañas durante unos minutos sin sacarlas del agua. Mientras estén todavía calientes será mucho más fácil pelarlas.
  4. Una a una, vete sacando las castañas del agua caliente y, desde el corte que habías realizado, retírales la piel. Verás cómo no te resulta complicado.

Una vez que todas las castañas estén peladas, retira ocho de las más bonitas y resérvalas para el bundt. Las demás, trocéalas en mitades o cuartos y vuelve a colocarlas en una cacerola. Añádeles la leche, la sal y el azúcar moreno y déjalas cocer a fuego lento (no tengas prisa, a fuego realmente lento) hasta que se ablanden. Retira la mezcla del fuego, deja que se temple y tritura las castañas hasta realizar el puré. Reserva hasta el momento de utilizar. Si lo conservas en el frigorífico, recuerda que debe estar a temperatura ambiente para poder añadirlo a la masa del bundt, así que sácalo al menos dos horas antes de emplearlo.

Vamos con la masa. Lo primero de todo, mezcla la leche con el vinagre y revuelve ligeramente. Verás cómo se corta. Esta mezcla es similar al buttermilk, prácticamente omnipresente en las recetas americanas tipo bizcocho, y que no es otra cosa que el suero sobrante de la realización de la mantequilla. A mí me encanta la textura y el sabor que proporciona a las masas. En España no se comercializa, al menos que yo sepa.

Precalienta el horno a 160ºC, función de calor superior e inferior sin aire.

Tamiza todos los ingredientes secos salvo el azúcar y mézclalos bien con unas varillas manuales: harina, levadura, bicarbonato y sal. Por otro lado, bate la mantequilla con el azúcar durante aproximadamente 5 minutos, hasta que se convierta en una crema esponjosa y haya blanqueado. Añade los huevos a la mantequilla, uno a uno y ligeramente batidos, evitando agregarlos hasta que el anterior no se haya incorporado. Después, agrega el extracto de vainilla y el puré de castañas y bate de nuevo. Añade la mezcla de harina y el buttermilk de manera alterna, comenzando y terminando por los ingredientes secos (harina-buttermilk-harina-buttermil-harina) y batiendo ligeramente entre cada adición. Termina mezclando la masa durante un par de minutos para asegurarte de que todos los ingredientes se incorporan perfectamente, pero no la batas en exceso.

Engrasa generosamente el molde. Yo empleo aceite de girasol, más sano que la margarina y no aporta sabor: vierto un chorrito alrededor de la chimenea del molde y después lo reparto con un pincel de silicona, siempre realizando movimientos ascendentes. Si lo crees necesario, siempre puedes añadir un poco más, ya que en este caso es preferible el exceso al defecto. No es necesario, sin embargo, que añadas harina: el bizcocho se desmolda con mucha facilidad y añadiendo harina corres el riego de sobrecargar la masa.

Vierte la masa en el molde, de una vez y por el mismo lado, dejando que ella sola encuentre «su sitio». Cuando ya esté toda en el molde, puedes agitarlo ligeramente para ayudar a que se extienda uniformemente. Coloca un paño de cocina sobre la encimera y golpea suave pero firmemente el molde para que las burbujas de aire suban a la superfice y el bizcocho quede homogéneo tras el horneado. Reparte las castañas alrededor de la chimena y, con la ayuda de un palito de brocheta o un utensilio similar, empújalas hacia el interior de la masa. Vuelve a agitar el molde para que la masa cubra los orificios que hayan creado las castañas.

Coloca el molde sobre la rejilla del horno e introdúcela en el horno a altura media-baja, de forma que el molde quede en el centro. Cuece la masa durante 50-60 minutos. Para comprobar el punto de cocción, pínchalo con un palillo largo (si utilizas un mondadientes no podrás alcanzar el centro del pastel): si sale limpio, el bundt está listo.

Una vez hecho, saca el molde del horno y deja reposar el bizcocho durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, agita suavemente el molde para favorecer que el bizcocho se separe de las paredes: lo hará con facilidad, y lo notarás porque hará un ligero ruidito al chocar contra él. Coloca la rejilla sobre el molde y, sujetándolos firmemente, vuelca el bizcocho sobre la rejilla y deja que se enfríe por completo.

Mientras tanto, prepara el glaseado tamizando el azúcar glas y añadiéndole 3 cucharadas de zumo de naranja. Revuelve con unas varillas manuales hasta que se integre bien y continúa añadiendo zumo de naranja hasta que consigas la consistencia de glaseado que prefieras. Cuando el bizcocho esté completamente frío, con la ayuda de una cuchara vierte el glaseado sobre él, dejando que se escurra hacia los lados.

Recuerda que compartir es amar y que si te zampas tú solo todo el bundt cake, además de una subida de azúcar que te hará delirar, una indigestión de cuidado y un trasero de órdago, ganarás el rencor de amigos y familiares.

¡Viva el bundt cake!

Bundt cake con puré de castañas y glaseado de naranja

Los consejos de Sweetmariquilla:

Para que el uso de tu molde bundt sea todo un éxito, te aconsejo considerar los siguientes puntos:

  • Bate siempre la mantequilla con el azúcar durante unos cuantos minutos y emplea azúcar granulado: la fricción de los cristales de azúcar favorecen que la mantequilla adquiera el aire suficiente para que el bizcocho resulte esponjoso.
  • Utiliza siempre todos los ingredientes a temperatura ambiente, pero emplea el sentido común: en pleno agosto, si dejas la mantequilla fuera del frigorífico durante más de media hora corres el riesgo de encontrarte con una sopa grasienta e imposible de utilizar. Si los huevos están demasiado fríos cuando los agregues a la mantequilla, ésta puede enfriarse y expulsar el aire que habia adquirido durante el primer batido.
  • Agrega la harina en varias veces y siempre alternándola con los ingredientes líquidos: eso impedirá un excesivo desarrollo del gluten que puede hacer que el bizcocho resulte demasiado pesado.
  • La levadura comienza a actuar desde el momento en que se humedece, así que procura introducir la masa en el horno lo más rápido posible. ¡Pero no te apresures! Recuerda que las prisas pueden estropearte el pastel.
  • Engrasa el molde generosamente. Si posees uno de buena calidad, el revestimiento interior será antiadherente y bastará con una película de grasa (aceite, mantequilla, margarina o productos similares). De lo contrario, agrega también un poco de harina. Lo más cómodo, dado las formas intrincadas de estos moldes, es emplear un papel de cocina doblado sobre sí mismo varias veces o una brocha de uso alimenticio: echa un chorro de aceite alrededor de la chimenea del molde y repártelo por toda la superficie realizando movimientos ascendentes.
  • Vierte la masa en el molde de una sola vez, con cuidado pero desde el mismo lado (no rotes el molde, no detengas el vertido de la masa y no muevas el bol mientras tanto). Deja que la masa se coloque por sí sola, aunque puedes ayudarle agitando suavemente el molde.
  • Para favorecer la salida de las posibles burbujas de aire en la masa una vez en el molde, golpea éste contra la encimera protegida con un paño de cocina. Hazlo firme pero cuidadosamente (¡el objetivo no es partir el molde por la mitad!).
  • Hornea el cake sobre la rejilla del horno: la chimenea del molde debe procurar la circulación del aire y si lo colocas en una bandeja plana esto resultará más complicado.
  • Una vez que la masa está en el horno, no abras la puerta hasta pasada la primera media hora. En realidad, es mejor no abrirla hasta que debas comprobar la cocción, pasados 50 minutos. La levadura actúa durante los primeros 20 minutos y si interrumpes la cocción puedes provocar que el bizcocho se hunda.
  • El bundt cake es un bizcocho bastante alto así que, cuando tengas que comprobar su cocción, utiliza un palillo de brocheta o un utensilio similar que te permita llegar hasta el centro.
  • Una vez cocido, deja reposar el bizcocho durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, agita el molde ligeramente para favorecer que el cake se despegue de las paredes y vuélcalo en una rejilla para que se enfríe por completo. Si tardas más de esos diez minutos en desmoldarlo, el bizcocho puede humedecerse y adherirse al molde, por lo que se estropeará al sacarlo. Si, por el contrario, lo desmoldas antes, estará demasiado blando y corres el riesgo de que se rompa.
  • Espera a que el bizcocho se enfríe del todo para decorarlo. Puedes utilizar cremas de todo tipo, glaseados, azúcar espolvoreada, caramelo, nata montada, helado, fruta, mermeladas y conservas, formas de azúcar… ¡Las posibilidades son infinitas!
  • Esto no es exclusivo para los bundt cakes: emplea siempre productos de primera calidad. El resultado final depende de la materia prima, así que no dudes en invertir en buenos ingredientes.
  • Experimenta, inventa, investiga, prueba… ¡Pon a prueba tu creatividad culinaria!

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13 pensamientos en “¡Mi primer bundt cake!

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  8. Tuve el mismo problema para encontrar la harina de castañas…. al final me la trajo mi madre desde Italia (allí se utiliza para el «castagnaccio»).
    I love bundt cake! Me recuerda mi infancia, en mi tierra el bizcocho de toda la vida (ciambella) tiene agujero en el centro y es muy popular.
    ¡Que buena eres, guapa!

    • ¡Ay, Tizi! Qué nombres más sugerentes… Sólo imaginarme cómo suenan pienso que tienen que estar exquisitos, ñam, ñam. Esperaré a que tengas tiempo de colgar las recetas. ¡Tú sí que eres buena!

  9. Todo un delicioso descubrimiento….se ha convertido en uno de mis favoritos, (aunque decir esto es algo arriesgado), asi que te copio la receta y apoyo la moción: ¡¡Viva el Bundt Cake!!

  10. Cuanto aprendemos contigo, muchas gracias por tus consejos. Las fotografías fantásticas y me apunto esta frase–> Recuerda que compartir es amar y que si te zampas tú solo todo el bundt cake, además de una subida de azúcar que te hará delirar, una indigestión de cuidado y un trasero de órdago, ganarás el rencor de amigos y familiares.

    Felicidades !!

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